Consejos y avisos

8/6/12

Manuel Malingre Ludeña (por Ana Malingre)


Mi intención era que durante el verano se fueran completando las biografías de los personajes de la fotografía, que la semana pasada os presente, pero a este ritmo tendré que ir buscando otro trabajo para julio y agosto, de hecho he tenido que retrasar otras entradas, para dar paso a esta; supongo que lo agradeceréis, leer a Ana Malingre, seguro que os resulta una tarea muy grata, y máxime cuando habla de alguien tan cercano, como Manuel Malingre Ludeña,  

Naceu en Ourense o 5 de xaneiro de 1872 e morreu na mesma cidade o día 2 de xullo de 1930. Era fillo do belga Manuel Malingre Parmantier e da asturiana Inés Ludeña Álvarez-Laviada, asentados en Ourense polo 1865.
Herdou dos seus pais, xunto co seu irmán Antonio, unha fábrica de fundición que levaba mais de 30 anos instalada en San Lázaro. Ambos irmáns no ano 1896, decidiron trasladar a fábrica a unha zona mais alonxada do centro urbán e foi así como xuntos levantaron a fundición Malingre en O Couto.
A fundición existiu en Ourense durante mais de cen anos estando ubicada en tres emplazamentos diferentes: Reza, San Lázaro e O Couto.  Foi, durante a súa existencia, a industria mais importante da cidade e contribuíu en grande medida ao embelecimiento de Ourense.
Malingre Ludeña foi concelleiro no concello de Ourense e tamén diputado provincial. Esto último, entre o 14 de xuño de 1926 e o 23 de xuño de 1928.
Formóu parte da xunta directiva da Asociación de Patróns de Ourense nos anos 20 e tamén deu os primeiros pasos no Círculo Católico de Obreiros.
Casou con Amalia Augusta Lamas- Carvajal Sánchez filla do poeta e periodista ouresán Valentín Lamas Carvajal, sendo polo, cuñado de Modesto Lamas (fillo de Valentín Lamas- Carvajal) e tamén de Arturo Salgado Biempica, (marido de Rosina Lamas, irmá da súa muller).

Epitafio sobre Manuel Malingre Ludeña
03-07-1930: “Manuel Malingre Ludeña. Como roble gigantesco que en medio de un bosque cae abatido por la violencia del huracán, así cayó ayer tarde el hombre de complexón hercúlea, de alma noble y generosa, que durante tantos años convivió con nosotros. Desde que allá en los albores juveniles comenzara la senda ingrata del trabajo con su hermano Antonio y ambos al calor de aquel buen padre, puede decirse que los hermanos Malingre ofrecieron a todos los orensanos el más elevado ejemplo de laboriosidad, inteligencia y honradez y la industria local débele los más brillantes días de prosperidad y de grandeza. Manolo MALINGRE, era fuerte y vigoroso. Verle al frente de su fábrica, ennegrecido por el carbón de las calderas y alumbrada su silueta por la llama sangrante del metal fundido corriendo hacia cientos de moldes artísticos o industriales, parecía el símbolo grandioso del trabajo y en él se inspiraban los obreros para rendir el máximo esfuerzo, que conquistaba el pan nuestro de cada día y honraba el nombre de esta ciudad orensana. Así transcurrieron los años, trabajando, siempre trabajando, hasta que hace unos cuantos meses, roto el equilibrio maravilloso de la salud, luchó con incurable y dolorosa enfermedad que rindió su cuerpo a la tierra, rodeado de intensos cariños familiares y de amigos verdaderos que no le abandonaron en la ruta suprema del último viaje. Allá se marcha el buen orensano, sin dejar tras de sí la irradiación del más insignificante agravio para nadie; pero su hogar ha de sentir en lo futuro el agravio de una pena hondísima y una tristeza inacabable y eterna. Orense pierde uno de sus hijos más entusiastas del progreso y buen nombre de esta ciudad y siempre solícito a prestar el beneficio público y el auxilio de sus vecinos, la cooperación de su actividad y su competencia. Ha desempeñado los cargos de concejal del Excmo. Ayuntamiento de diputado provincial con gran celo e interés por su pueblo. Descanse en paz el honorable y popular Manolo Malingre y reciban sus familiares nuestro pésame más sentido”.  
Galicia Diario de la mañana, 1930, julio, 3. A.H.P.Ou, Publicaciones Periódicas Carpeta, 4.


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